Motivaciones erróneas para una cirugía estética de pecho

La mayoría de las pacientes que acude a una clínica de cirugía estética  para someterse a una intervención de pecho lo hace por las razones correctas:

  • Corregir algún defecto físico (mamas tuberosas, asimetrías…)
  • Reducir el tamaño de sus pechos y así solucionar distintos problemas físicos derivados
  • Mejorar la apariencia estética
  • Realizarse una reconstrucción mamaria tras una mastectomía
  • Aumentar el tamaño y el volumen de los pechos

Pero además de conocer el tratamiento al que quieren someterse las pacientes, es fundamental que el cirujano analice la motivación que las mueve para determinar si es adecuada o no. En ocasiones nos encontramos con casos en los que es conveniente desaconsejar a la paciente la intervención quirúrgica. El doctor Julio Terrén  analiza en este blog las motivaciones incorrectas a la hora de afrontar una cirugía de pecho:

Operarse para hacer feliz a otra persona

La decisión de operarse el pecho debe salir de uno mismo. Es una decisión personal que no debe estar condicionada por opiniones externas, y mucho menos hacerlo para agradar a un tercero.

Operarse porque “es la moda”

Las tendencias de ropa, maquillaje o moda son temporales, la cirugía no. Hace unos años era habitual atender a clientas que querían prótesis mamarias excesivas. Hoy en día la tendencia estética es totalmente diferente, prima el escote natural y los pechos más pequeños y naturales. Hasta el punto que muchas de las mujeres que aumentaron de manera desproporcionada su talla de pecho en los 90 han vuelto a pasar por el quirófano para reducirla.

Operarse para parecerse a alguien

Muchas pacientes desean emular los resultados obtenidos por otra persona, o por alguna celebridad. Acuden a la clínica con fotografías del aspecto que desean obtener o del modelo a imitar, sin percatarse de que cada individuo es diferente y que los resultados de una intervención dependen de la forma del cuerpo de cada persona.

Expectativas poco o nada realistas

Los modelos de belleza que nos impone la sociedad pueden generar expectativas poco realistas en las pacientes. El cirujano debe ser capaz de proporcionar un asesoramiento honesto acerca de la mejor opción para cada paciente. A veces es mejor desaconsejar una intervención que llevarla adelante y generar insatisfacción en el paciente tras comprobar los resultados.

Pacientes con desordenes de la imagen corporal

Las personas que padecen trastornos de la imagen corporal pueden sentirse insatisfechas tras la intervención a pesar de que la cirugía se haya realizado a la perfección. Por esta razón no se recomienda la cirugía de senos a aquellas personas que sufren trastornos como puede ser el trastorno dismórfico corporal (TDC), que se caracteriza por la preocupación persistente y excesiva por un defecto leve o imaginario. Las personas con TDC tienden a desarrollar un comportamiento compulsivo o repetitivo para tratar de ocultar o mejorar sus defectos.

Baja autoestima

Muchas pacientes con problemas emocionales, baja autoestima o depresión creen que con la cirugía pueden resolver todos sus problemas. Una cirugía estética puede mejorar la apariencia física y la autoestima, aportando aspectos positivos, pero no debe utilizarse como solución para los problemas personales. Un arreglo estético no va a hacer desaparecer un problema de insatisfacción mucho más profundo.

Dr. Julio Terrén

Cirujano plástico miembro de  AECEP Y  SECPRE .

http://www.drterren.com/

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