El doctor Gustavo Sordo, miembro de la AECEP, analiza en esta entrada la adaptación que requiere la cirugía de la mama según la edad y las necesidades de la paciente.
La mama femenina experimenta cambios y evoluciona de distintas formas a lo largo de la vida. Su gran importancia estética, siendo una de las áreas clave de la estética corporal de la mujer, genera según el momento de la vida, diferentes tipos de intervención, todas ellas ajustadas a los deseos de cada paciente en cada momento. De ahí que hablemos de 3 etapas diferentes de la cirugía mamaria según la edad de la paciente.
Aumento de mamas: de los 20 a los 30 años
Es la época de la consolidación como adulta de la mujer. Tras acabar su pubertad e iniciar sus estudios superiores o bien incorporarse por primera vez al mercado laboral, la mujer se encuentra con que su pecho no se ha desarrollado suficientemente. En estos casos, suele acudir a consulta buscando “completar” su desarrollo y proporcionar su cuerpo. Normalmente no ha llegado todavía el momento de tener hijos y por tanto no encontramos problemas postparto (descolgamiento, flacidez, pérdida de volumen), sino que lo que presentan normalmente los pacientes es una ausencia total o parcial de volumen que simplemente no se ha dado durante el desarrollo puberal.
En estos casos conviene asesorar convenientemente a la paciente y evitar que se realice un aumento de mamas desproporcionado. Para ello, juega un papel fundamental el uso de tecnologías 3D de simulación de resultado como la que tenemos en consulta, gracias a la cual podemos predecir con bastante precisión cómo va a ser el resultado final. Nuestra técnica de aumento de mamas 24h Recovery, en búsqueda constante de la naturalidad y la proporción, con un uso prioritario aunque no absoluto de implantes anatómicos (en forma de gota) y recuperación rápida ofrece una respuesta a la demanda de estas pacientes que desean mejorar su contorno corporal y completar lo que no se ha dado durante el desarrollo en la adolescencia.
Caso “tipo” de aumento mamario 24h recovery durante la década de los 20 años, con implantes anatómicos y resultado natural.
Después del embarazo: de los 30 a los 40 años
Es el siguiente paso habitual en la mujer, que normalmente ha consolidado su vida laboral y familiar y aparece la posibilidad del embarazo, la lactancia y las oscilaciones de volumen en las mamas.
En este tipo de pacientes la demanda habitual suele ser recuperar el volumen perdido tras la lactancia o incluso ir un paso más allá y además de recuperar ese volumen, añadir algo más para aquellas mamas que no desarrollaron demasiado durante la adolescencia. Los tejidos se encuentran con otras características, como la laxitud, el descolgamiento en diferente grado de intensidad, y problemas de elasticidad cutánea. Muchas de estas pacientes se benefician de un aumento 24h recovery con implantes anatómicos que pueden compensar cierto grado de descolgamiento sin necesidad de recurrir a la mastopexia. En otras ocasiones, tendremos que añadir elevación de mamas (mastopexia) al aumento (combinación de ambas).
Caso “tipo” de aumento mamario en la década de los 30 años, con presencia de una discreta flacidez y descolgamiento mamario que se corrige correctamente mediante el uso de implantes mamarios anatómicos.
La madurez: de los 40 años en adelante
Durante esta época son varias las peticiones por parte de las pacientes que buscan mejorar su pecho. Algunas de ellas han tenido embarazos hace poco y desean recuperar su volumen tal y como sucedía en la década de los 30 años. La necesidad de añadir mastopexias o elevaciones mamarias es mayor en esta época en comparación con la anterior.
Existe también una demanda no desdeñable de reducciones de pecho: en efecto, algunas pacientes que han soportado una excesiva carga en sus hombros comienzan a manifestar de manera creciente dolor y problemas de columna que hasta entonces simplemente habían soportado. Durante esta época, muchas mujeres se deciden a poner fin a esas molestias que tanto dificultan la vida diaria.
Por último, destaca en esta época algunas pacientes que necesitan una revisión de sus implantes, ya que alguno de ellos tiene ya 15-20 años de vida: roturas, desgastes de cubierta, mamas que se han descolgado con el tiempo…requieren en ocasiones una revisión o segunda operación de pecho para mejorar o mantener el resultado hasta entonces obtenido.
Caso tipo de reducción mamaria en la década de los 40 años que implica una mejoría a nivel tanto estético como funcional.
En conclusión: la mama femenina juega un papel determinante en la estética de la mujer, existiendo diversas demandas, en cuanto a cirugía mamaria, y objetivos cambiantes a lo largo de la vida de las pacientes. Debemos ser capaces de ofrecer una solución para cada momento de la vida que esté perfectamente ajustada a las necesidades de cada caso. El hecho de haber conseguido importantes mejoras técnicas en la cirugía mamaria, evitando los drenajes, consiguiendo movilizar brazos desde el primer día, y reduciendo el tiempo de recuperación invita al optimismo y nos permite ofrecer mejores resultados a nuestros pacientes, al tiempo que continuamos en una búsqueda constante de mejorar nuestros procesos.
