El doctor Julio Terrén, cirujano plástico miembro de la AECEP, explica en esta nueva entrada del blog todo lo que debemos saber sobre el Mommy Makeover, un concepto al que cada vez más mujeres recurren.
Tras la maternidad, después de haber pasado por uno o varios embarazos, el cuerpo femenino no es el mismo: se producen cambios físicos y hormonales, y no siempre la recuperación natural llega a devolver a las mujeres ese aspecto físico que tenían antes de dar a luz a sus hijos.
En un repaso a los medios de comunicación se especula con que modelos como Heidi Klum, actrices como Jennifer López, o cantantes como Mariah Carey o Shakira han querido recuperarse con urgencia para volver a su estado físico previo al embarazo deseando mantener ese abdomen o pecho como antes; y a esta situación nos referimos cuando hablamos de Mommy Makeover.
Este concepto ha sido importado de Estados Unidos y se está dando a conocer en España como “la cirugía tras la maternidad”. Se trata de volver al estado físico previo al embarazo con técnicas de cirugía plástica enfocadas en la recuperación de la figura de la mujer tras el parto: una cirugía de elevación o aumento en el pecho que ha perdido volumen o se ha caído, una liposucción de zonas localizadas en las que no ha desaparecido la grasa acumulada durante el embarazo, una abdominoplastia para reparar los músculos del abdomen y eliminar el exceso de piel que no se ha recuperado, o incluso una cirugía genital para reparar las secuelas del parto.
No todas las mujeres acusan los efectos del embarazo por igual. Dependiendo de la genética, de la edad, del aumento de peso sufrido y de su estilo de vida, se verán afectadas en mayor o menor medida.
La aparición de las temidas estrías, producidas por la rotura de la dermis cutánea en el estiramiento de la piel que se produce durante el embarazo, reafirman a la mujer en su decisión de someterse a una intervención quirúrgica tras el embarazo.
En algunas mujeres, durante el embarazo, la piel del rostro se pigmenta. Aparecen manchas difusas, o bien aparecen en las piernas capilares o pequeñas venas que requerirán un tratamiento menos invasivo.
Otro aspecto importante es el que se refiere a los cambios psicológicos a los que la mujer está sometida. El cuerpo está creando una nueva vida y sufre una importante transformación; el peso del cuerpo y el pecho aumenta, las caderas se ensanchan y la mujer tiene que prepararse con una actitud positiva. Lo que se impone después del embarazo es disfrutar de la maternidad junto a un proceso de adaptación y paciencia, de una alimentación sana y ejercicio diario para potenciar la tonicidad muscular del abdomen ya que mejora y agiliza la recuperación. Deberíamos cuidar la piel con cremas hidratantes adecuadas que faciliten su recuperación.
Después de un periodo aproximado de entre seis meses y un año, en el que el cuerpo de la mujer ya ha conseguido recuperarse, es cuando el cirujano plástico puede evaluar la flacidez, el exceso de grasa y piel, su tono, tersura y elasticidad. Es entonces cuando puede plantear a la mujer una corrección o reparación mediante técnicas de cirugía plástica. Es importante considerar la realización de estas intervenciones quirúrgicas cuando la paciente haya decidido no tener más hijos, pero nunca se debe realizar una cirugía de este tipo en el momento del parto o en los primeros meses posteriores.
Hasta hace algún tiempo la mayoría de nuestras pacientes acudían, tras la maternidad, a consultar un problema principal de abdomen o del pecho; pero cada vez es más habitual que aprovechen la consulta para preguntar acerca de posibles soluciones en otras secuelas que la maternidad haya dejado en sus cuerpos.
Su consulta sobre este tipo de tratamientos con un cirujano plástico titulado y experto hará su experiencia más segura y con unos mejores resultados.
